Ir al contenido principal

Todos vuelven

Pucha que es difícil.






Llevo ya varios meses sin publicar algo, sin escribir con ilación. He escrito algunas cosas pero nada que pueda terminar, nada que no mire sin mueca de desaprobación. Ya no sé si lo que escribo es lo que siento o lo que quiero sentir. Es difícil escribir cuando no sabes donde estás, cuando no entiendes a dónde te está llevando la caja de pandora que abriste, cuando te mueres de miedo. Y ahora que lo pienso mejor, creo que es fácil pero que asusta. Asusta decir algo que se convierta en mentira a los dos días, asusta escribir sobre algo y no darle la perspectiva que deberías. Siento varios nudos en mi cabeza por desatar y por momentos solo quiero olvidarlo, hacer como si no estuvieran pero ya he aprendido que eso termina muy mal. La mayor parte de mi entorno cercano no ha tenido idea de todo lo que ha estado pasando y eso en cierta forma me espanta. Mi anterior gran crisis fue en silencio y no recuerdo que haya sido poco dolorosa, es un poco dificil compartir las sensaciones y sentimientos. Los hechos son fáciles de contar, no hay más que abstraerse y pensarse un narrador, como si no fueras tú el protagonista, no es tu responsabilidad explicar lo que pasaba por la mente de las personas implicadas  ni cómo se sintieron y ya está.
Pero la vida continúa, te tienes que enfrentar al trabajo, los compromisos, tus amigos; y todo se va haciendo más digerible porque te tienes que encargar que otras cosas se hagan y te quita el peso de hacer cosas para ti.

Leo esto y parece que no he escrito sobre nada en particular y la verdad no me interesa mucho, me ha dado algo de paz haber podido escribir algo. Espero que sea el incio del regreso a escribir, que pueda definir muchas cosas y que este año sea útil para rebuscar más en mi.

Hola 2015, ya tengo 23, o sea que estoy grandecita y no me asustas :D

¡Mentira! Me asustas un montón, pero también le tengo miedo a cruzar los puentes de la Panamericana y no por eso dejo de cruzarlos n.n





Comentarios

Entradas populares de este blog

Y si escribo

Hoy, en un insomnio de madrugada y entre pensamientos random que me alejaban del sueño, me puse a pensar qué sería lo siguiente que escribiría en este espacio y de tanto dar vueltas en mi cama terminé pensando en lo que se había convertido este espacio para mí. Al inicio creí que solo iba a ser una extensión de mi fotolog, un lugar que donde desfogarme después de un mal día o contar las cosas buenas de la semana, escribir sin ilación, frases sin terminar, cosas que salían de mi cabeza como un chorro sin control y que no me preocupaba en acomodar. Pero sin querer este lugar se convirtió en algo más, intento ser más coherente e incluso he logrado crear algunas cosas en las últimas entradas. Pasé de narrar cosas que me pasan a involucrarme en historias que no son mías del todo, incluso a adaptarme a sentimientos que otros pensaron que tenía. En cada una de las entradas intenté plasmar lo que aprendí experimentando emociones nuevas, las combiné con historias tomadas de aquí y allá y...

¡No voy a llorar!

"oeoeoeoe" Algunos amigos suelen saludarme así por el chat pero esta vez fue ESE amigo. No, no confundan. No es mi ex, ni mi amigo con derechos ni nada por el estilo, es alguien que por razones del destino se alejó de mí y tuve que aceptarlo. Tampoco es que hayan pasado aaaaaaaaaños sin vernos ni hablarnos pero unos cuantos meses bastan para sentir la ausencia de alguien a quien quieres. Y aquí estamos después de unos meses mirando las bolitas que te indican que tu contacto está en línea y pensando cuándo se dignará en hablarte cada vez que la ves encenderse,.preguntándote si después de un tiempo le importará aún hablarte, parando la oreja cada vez que un amigo en común comenta algo sobre él, etc... ¡por fin me habló! y por eso el título de esta entrada, estoy emocionada a tal punto que lloraría pero no lo haré por esas cosas que el "código de conducta en el trabajo" te aconsejan y porque no soy tan dramática (se supone). Sí, este tipo de reencuentros me han emo...

J.C.

Debo haber tenido entre 8 y 10 años cuando leí por primera vez algo de él. Rebuscando en la biblioteca de mi abuelo, donde me sentaba todas las tardes después de almorzar, encontré un libro de Literatura de esos que usan en los colegios como guía de clase. Debió haber sido un libro que mi tía usó cuando iba al colegio y ahora andaba ahí guardado, yo siempre abría esos libros porque sabía que entre los ejercicios y las preguntas de clase encontraría capítulos de libros o cuentos. A esas alturas había rebuscado tanto que ya solo eso me quedaba por leer, así que fui pasando las páginas hasta que encontré un cuento: La noche boca arriba, se llamaba. Cuando lo terminé de leer quedé maravillada, hasta ese entonces lo más distante de las lecturas de colegio que había leído era Crónica de una Muerte Anunciada, lo demás eran novelas lineales con tramas repetidos (ese era el problema de robarle las novelas a mi tía abuela, todas eran tramas de telenovela). Esa historia era distinta, trasgredía e...