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Mi Lista Feliz


  • Tomo una galleta "Casino" de menta, la abro, con mi lengua quito toda la crema de menta, trozo cada tapita de galleta en pequeños pedacitos que voy poniendo en mi tacita celeste y luego como pedacito por pedacito. Hago lo mismo con las otras 4 galletas del paquete, así duran más. Tengo 4 años y aún vivo en casa de mi Avita.
  • Leo una revista o un libro echada en el sillón de la sala, mi gato está durmiendo en mi barriga y ronronea haciéndome cosquillas. Tengo 5 años. Los sillones de la abuela siempre fueron muy cómodos y mi barriga siempre fue el sitio preferido de Puski.
  • Mamá dobla la ropa y de fondo la radio, Ritmo Romántica, ella tararea y es tan bueno verla tranquila. La Avita y mamá hacen tamales los sábados en la noche, yo me siento entre las dos e intento ayudar, sus conversaciones parecen de una sabiduría infinita. Tengo entre 4 y 5 años. 
  • Alisto un block de hojas blancas, plumones y un lápiz. Voy al parque, me recuesto en una banca y empiezo a observar. Te encontré mariposa ahora déjate retratar, tengo muchos dibujos de otras como tú. Tengo 7 años. El parque cerca a mi nueva casa era mi lugar más tranquilo.
  •  Papá y mamá se durmieron de nuevo con el televisor encendido, saco la novela escondida debajo de mi almohada y gateo debajo del televisor. ¿Cuánto tiempo durará la luz? Depende de cuantos minutos se haya programado el auto-sleeping. Aprovecho los minutos y a la luz de la televisión termino de leer algún capítulo de mi novela. A veces tengo suerte y el televisor dura mucho tiempo prendido, a veces me da frío y tengo que regresar a mi cama. Nunca me han encontrado, si lo hacen me vuelven a quitar las novelas.
  • Llego a la tienda del abuelo donde mi mamá está trabajando temporalmente, almuerzo y me escabullo en su biblioteca. Paso la tarde entera leyendo libros de texto de cuando mi mamá era estudiante, alguna novela, revistas, artículos y cuando me sacan de ahí juego a armar torres con chapitas con mi hermano menor.
  • Tengo una hoja de papel cuadriculada, tengo una regla y un lapicero. Trazo un cuadrado grande y empiezo a repasar las cuadrículas, las subdivido, hago las diagonales, repito el proceso hasta que se ven pequeños espacios blancos entre tanta línea con tinta azul. Si quiero lo pinto y si no, siempre se puede volver a trazar otro cuadrado.
  • En casa no hay nadie en las tardes, saco un vaso y exprimo limones, un poco de sal y lo tomo con cucharita. Resultado: al día siguiente tenía las manos heladas como si hubiera dormido en el refrigerador. Cuando se dieron cuenta, me lo prohibieron.
  • Abres un libro nuevo, esas hojas limpias, ese olor a pegamento..... abres un libro viejo, hojas finas como a punto de romperse, un libro que parece haber adquirido experiencia. Tremenda sensación la de abrir un libro, las pantallas jamás reemplazarán eso, eso espero.
  • Levanto un dedo y entonces es MI lo que toco, 4 tiempos, 6 tiempos, 8 tiempos. Ahora FA, 4 tiempos, 6 tiempos, 8 tiempos.......... El clarinete, quizá una de las cosas que probó más mi paciencia, 4 tiempos, 6 tiempos, 8 tiempos..... lo extraño.
  • En el patio. Balanceo mi cuerpo de un lado al otro, empiezo a tararear una canción, siento mi pecho hacer "bum bum", se mueve una mano, doy una vuelta, estiro mi cuerpo, golpeo con el pecho, mi cintura empieza  a moverse, mi cabeza gira.... estoy bailando, como quiero, no sé cómo se ve, pero me gusta.
  • Es viernes o quizá sábado. Pienso un poco y termino de escribir, reviso mi hoja y entrego mi examen. De pronto la puerta de salida del salón parece convertirse en un portal de luz: se acabaron los parciales. Esos fines de semana de fin de parciales dedicados a dormir y recuperar fuerzas y a veces (¿por qué no?), celebrar.
  • Mis primeras semanas como practicante, llego a casa de noche, cansada... y me quito los tacos. Un alivio recorre todo mi cuerpo. Ahora el taco más grande que me pongo para trabajar es 5.
  • Siento el sonido de tus patitas entrando, te siento olerme e intentar lamerme o mordisquear mi manga, te acaricio el lo-o y el pecho y parece que hacerte feliz es demasiado fácil, me mueves la cola. Puedes ser Beethoven, Rope, Negro, Yago o Toby. Cada uno siendo mi compañía y la de los míos, con sus manías, sus caprichos, sus personalidades (esas que dicen no deberían tener), cada uno en su momento han sido parte de la familia y mi vida perdió un poquito el sentido cuando volví y no me recibieron en la puerta.
  • Tomamos un café/unas latas/un jugo, paseamos, salimos a comer, al cine, te acompaño, me acompañas, corremos con urgencia si estamos en problemas, me escuchas, te escucho, te alegras por mí y si no me haces reir... somos amigos y los momentos entre nosotros siempre estuvieron, están y/o estarán. 
  • Respiro en tu cuello y parece que no hay mejor lugar para quedarse una eternidad, tus brazos sosteniéndome me dan seguridad. En tu cuello puedo ocultar mi rostro, me puedo estremecer, puedo dormir tranquila sintiendo tus latidos, a veces puedes sorprenderme con un beso en la frente y entonces el lugar parece ser más feliz aún.
Mi lista podría ser interminable, tengo la suerte de tener muchos buenos lugares/momentos/recuerdos que me hacen feliz. Algunas cosas parecen intrascendentes pero sé que si haces memoria debes tener muchos momentos así también, no todo lo que te hace feliz tiene que tener un gran costo ni ser un evento extraordinario. Quizá en un tiempo amplíe la lista con más recuerdos o con nuevos momentos y lugares, hasta entonces Lista Feliz.  

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