Ir al contenido principal

La misma ilusión


Hay días en los que pido que tus desplantes no me duelan
Pido por no sentir esa presión en el pecho
Ni el nudo en la garganta por intentar contener las lágrimas
A veces quisiera que no se me quiebre la voz cuando intento hablar contigo
ni tener miedo luego de recibir un saludo tuyo que no denote un cariño especial
Pido por tierra, por estabilidad, por dejar de sentir baldes de agua helada y la sensación de que quitan el piso.
A veces me  pienso exagerada, con poco aguante, que al parecer contigo todo me duele el doble,
Que no me funciona la pared que construí para que las cosas no me afecten demás
sobretodo porque para ti, después de la cólera, parece que no tiene importancia
quisiera también romper en cólera, devolver dolor por dolor
pero es más complicado que eso, puede más el miedo a perder, a añadir nuevas a heridas
a algo que quiero fortalecer y no destruir.
También sé que pedir por indiferencia es como pedir por acabar con esto poco a poco
y será por eso que me retracto
que prefiero sentir, que elijo controlar mi temperamento y hacer como si nada
pero un día el cansancio va a poder más
como dijiste, al final será la acumulación de las cosas
no me rindo fácil, así que no sé a quién se le romperá el saco primero
por ahora aquí estoy, un poco más expuesta de lo que me gustaría
pero con la misma ilusión del para siempre.


"Yo quiero proponerle a usted un abrazo, uno fuerte, duradero, hasta que todo nos duela. Al final será mejor que me duela el cuerpo por quererle, y no que me duela el alma por extrañarle." J.C.

Comentarios

Entradas populares de este blog

J.C.

Debo haber tenido entre 8 y 10 años cuando leí por primera vez algo de él. Rebuscando en la biblioteca de mi abuelo, donde me sentaba todas las tardes después de almorzar, encontré un libro de Literatura de esos que usan en los colegios como guía de clase. Debió haber sido un libro que mi tía usó cuando iba al colegio y ahora andaba ahí guardado, yo siempre abría esos libros porque sabía que entre los ejercicios y las preguntas de clase encontraría capítulos de libros o cuentos. A esas alturas había rebuscado tanto que ya solo eso me quedaba por leer, así que fui pasando las páginas hasta que encontré un cuento: La noche boca arriba, se llamaba. Cuando lo terminé de leer quedé maravillada, hasta ese entonces lo más distante de las lecturas de colegio que había leído era Crónica de una Muerte Anunciada, lo demás eran novelas lineales con tramas repetidos (ese era el problema de robarle las novelas a mi tía abuela, todas eran tramas de telenovela). Esa historia era distinta, trasgredía e...

Y si escribo

Hoy, en un insomnio de madrugada y entre pensamientos random que me alejaban del sueño, me puse a pensar qué sería lo siguiente que escribiría en este espacio y de tanto dar vueltas en mi cama terminé pensando en lo que se había convertido este espacio para mí. Al inicio creí que solo iba a ser una extensión de mi fotolog, un lugar que donde desfogarme después de un mal día o contar las cosas buenas de la semana, escribir sin ilación, frases sin terminar, cosas que salían de mi cabeza como un chorro sin control y que no me preocupaba en acomodar. Pero sin querer este lugar se convirtió en algo más, intento ser más coherente e incluso he logrado crear algunas cosas en las últimas entradas. Pasé de narrar cosas que me pasan a involucrarme en historias que no son mías del todo, incluso a adaptarme a sentimientos que otros pensaron que tenía. En cada una de las entradas intenté plasmar lo que aprendí experimentando emociones nuevas, las combiné con historias tomadas de aquí y allá y...

¡No voy a llorar!

"oeoeoeoe" Algunos amigos suelen saludarme así por el chat pero esta vez fue ESE amigo. No, no confundan. No es mi ex, ni mi amigo con derechos ni nada por el estilo, es alguien que por razones del destino se alejó de mí y tuve que aceptarlo. Tampoco es que hayan pasado aaaaaaaaaños sin vernos ni hablarnos pero unos cuantos meses bastan para sentir la ausencia de alguien a quien quieres. Y aquí estamos después de unos meses mirando las bolitas que te indican que tu contacto está en línea y pensando cuándo se dignará en hablarte cada vez que la ves encenderse,.preguntándote si después de un tiempo le importará aún hablarte, parando la oreja cada vez que un amigo en común comenta algo sobre él, etc... ¡por fin me habló! y por eso el título de esta entrada, estoy emocionada a tal punto que lloraría pero no lo haré por esas cosas que el "código de conducta en el trabajo" te aconsejan y porque no soy tan dramática (se supone). Sí, este tipo de reencuentros me han emo...